Detrás del color de "El Hombre Sin Rostro" (México, 2023)
- CAMARENA

- 17 dic 2023
- 8 Min. de lectura

En CAMARENA Color & Motion, estamos encantados de haber colaborado en la postproducción del cortometraje EL HOMBRE SIN ROSTRO.
Dirigido por el realizador español Sergio Siruela y fotografiado por el mexicano Alejandro Güemes, EL HOMBRE SIN ROSTRO es un drama con tintes de horror clásico, que narra la historia de un matrimonio cuya vida se ve profundamente afectada tras la misteriosa desaparición de su pequeña hija, Laura.
La corrección de color fue llevada a cabo por Luis Hernández de la Peña utilizando Davinci Resolve Studio 18 de Blackmagic Design. CAMARENA también participó con el On-Line del proyecto y el diseño de los créditos iniciales y finales.
En esta entrevista exclusiva, Sergio Siruela y Alejandro Güemes nos hablan más de cómo desarrollaron el look de su cortometraje, sus retos creativos, su colaboración con CAMARENA y mucho más...

¿Puedes describir tu visión creativa para "El Hombre Sin Rostro" en términos del impacto que buscabas lograr?
SS: El secuestro y la desaparición de personas, es una triste realidad que no solo se vive en México, sino en todo el continente. Una sociedad —la nuestra— en luto por las miles de familias desamparadas, que sobreviven al amparo de una autoridad que no acaba de atajar este mal endémico y mucho menos logra transmitir un mensaje esperanzador.
Bajo el manto de este trasfondo social y político, se encuentra EL HOMBRE SIN ROSTRO, una historia de terror clásico que encierra un trágico evento de dolor sostenido —la desaparición de un hijo—. Una tragedia que acabará mermando los lazos emocionales y familiares del matrimonio protagonista, como una de sus tantas consecuencias.
EL HOMBRE SIN ROSTRO es una metáfora de doble sentido, que representa la angustia y la pérdida, pero que a la vez se ofrece un camino de aceptación y de fe, porque en definitiva, esta es una historia de fantasmas en este mundo y en el otro.
La película tiene una atmósfera de terror distintiva. ¿Cómo contribuyó la corrección de color a crear este ambiente lleno de suspense?
SS: La postproducción era una parte fundamental para que la pieza lograra su cometido, contribuyendo especialmente a la envoltura terrorífica de esta historia dramática. Si bien la edición debía ser pausada y marcada de profundos silencios para dar espacio a que los personajes y el espectador vivieran las emociones en su propia piel, o los sonidos se convirtieran también en una fuente de información trascendental, la iluminación y sobre todo la corrección de color posterior marcaría y construiría el look, el tono, y la atmósfera que buscábamos, para una historia que oscila entre el drama social —con una profunda reflexión hacia un mal endémico como es el secuestro de menores— y una suerte de cuento gótico con una presencia demoniaca.
El color debía construir esta dualidad, esta delgada línea entre la realidad y la ficción de la novela que escribe la madre, entre la veracidad y el realismo mágico.
La atmósfera por un lado contenida, austera, penumbrosa, amenazante y paranormal junto su parte melancólica, desgarradora, crítica, latente y silente, no hubiera sido posible sin la intervención de la corrección de color.
La paleta de colores puede afectar significativamente el ambiente y tono de una película. ¿Puedes profundizar en las decisiones creativas detrás de tu elección de colores?
SS: Buscábamos una pieza a nivel cromático que a pesar de estar enmarcada dentro del género del terror, se sintiera como algo profundamente realista, donde el espectador sintiera (en consonancia con lo que la temática de fondo explora) que está ante una historia que podría ocurrir en cualquier lugar del mundo.
El terror que infunda la pieza viene dada no solo por la amenazante presencia de esa criatura a la que llamamos “el hombre sin rostro”, sino también por el terror intrínseco que supone para unos padres el perder a su hija, ese dolor latente que le acompañara por el resto de la vida, y para ello el realismo con ese toque místico o paranormal era fundamental.
Apostamos por una paleta especialmente fría en las escenas nocturnas, que nos llevara al desasosiego de la temática, en contraposición con unos pequeños tonos cálidos en las escenas diurnas, con la que —a pesar de ser una luz triste y tenue— buscamos transmitir un ápice de esperanza para estas familias.
El alto contraste salpicado por pequeños puntos de luz producidos por los practicables de la escena fue otra de las características de la pieza. Buscábamos bajar la luminaria y crear zonas muertas —pero con pequeña información—, que reforzaran las sombras, las penumbras, esos pequeños y oscuros lugares en cada esquina, en cada puerta, en cada recoveco que pudiera albergar el mal que está latente en toda la pieza.
En definitiva, crear la sensación de que algo que no vemos pero que nos imaginamos puede estar acechando sin ser conscientes de ello. Con esto logramos también crear pequeños micro mundos, acentuando por ejemplo los pequeños puntos de luz, como la linterna de la niña, su instrumento de defensa, su ápice de luz en la oscuridad, o el closet, ese oscuro agujero que encierra dentro una maldad perturbadora.

Como Director de Fotografía, ¿cómo sientes que la corrección de color contribuyó a tu trabajo y al lenguaje visual de "El Hombre Sin Rostro"?
AG: La corrección de color siempre fue un elemento vital del lenguaje y la narrativa de EHSR, desde el inicio el director (Sergio Siruela) y yo buscamos referencias de look que se acercaran a lo que teníamos en la cabeza; queríamos un look contrastado donde se creara una atmósfera de misterio pero que no fuera totalmente obscuro. Queríamos que el espectador siempre entendiera donde estaba situado, buscábamos momentos efímeros en los que no supieras bien si es día o de noche.
Desde que nos acercamos con Luis Hernández en CAMARENA, nos entendió muy bien lo que estábamos buscando, y eso sin duda ayudó a consolidar el look de la peli, no podríamos estar más contentos con el resultado.
¿Puedes hablar sobre aspectos técnicos específicos en la fotografía que fueron clave para lograr el aspecto deseado?
AG: Este tipo de proyectos siempre son complicados, al ser un corto independiente los recursos siempre son muy limitados. Desde el inicio sabía que necesitaba una óptica que fuera rápida, por eso me acerqué a Zeiss Latam, más en especifico Alejandro Alcocer, quien nos facilitó en préstamo los Zeiss Supreme Primes, que era justo lo que estaba buscando, no solo por que son super rápidos (T 1.5), sino también porque tienen ese look que no es tan sharp pero tiene excelente rendición de color, casi no aberran, no respiran y son lentes totalmente consistente en la gama, por lo que gran parte del look del corto está basado en esta óptica.
Trabajamos con la RED Gemini, pues también aprovechamos el modo de Low Light que tiene, gran parte del corto estuvimos viviendo con muy muy poca luz, a veces tan extremo como solo una astera y su huevera. Yo sabía que varias escenas iban a tener ruido, sin embargo también sabía que era súper recuperable en post. Mi acercamiento a las noches fue un poco ecléctico, no quería que las noches fueran la típica luna azul que entra por la ventana, en mi mundo las noches tienen rebotes de luz de otras fuentes de luz cercanas a nuestra ventana, y muy basadas en una iluminación realista, también usando luces prácticas.
¿Podrías describir algunos desafíos específicos que enfrentaste en el proceso de corrección de color para lograr la estética deseada en EL HOMBRE SIN ROSTRO? ¿Cómo superaste estos desafíos?
SS: El ejercicio presentaba varias dificultades. Primeramente el trabajo a distancia a veces puede ser un poco limitante, pero buscamos la manera de poder proyectar en tiempo real fragmentos de la postproducción, apoyado así mismo por pruebas/test que iba recibiendo para poder apreciar desde mi equipo el resultado.
Otra dificultad fue lograr un equilibro entre las escenas que se grabaron durante los dos primeros días de la filmación y las escenas o planos que se grabaron en un reshoot posterior, donde había una clara diferencia tanto lumínica como en cromaticidad de las mismas, especialmente por el trabajo con equipo de iluminación diferente junto a otro tipo de lentes. Los exteriores estaban más reventados y la profundidad de los negros también era menor, por lo que hubo que hacer un trabajo de orfebrería para tratar de igualar ambas imágenes.
Así mismo una tercera dificultad fue el hecho de trabajar ir trabajando cada plano por partes, con máscaras, trabajando los highlight, acentuando los claro-oscuros, rescatando información en los negros…
Una dificultad agregada fue partir de una pieza previa (Teaser) que marcaba la dirección de la corrección, por lo que había que hacer un trabajo muy fino para empatar ambas imágenes, para que a pesar de haber sido tratadas por personas diferentes, parecieran una sola. Una última dificultad fue el lograr una pieza que se sintiera adecuada en los diferentes medios donde se proyectaba, ya que cada uno de estos tenía su propio espectro de color y los resultados podían variar sustancialmente de un monitor a otro, por lo que se tuvo que buscar un equilibrio en una pieza que tuviera los matices adecuados para cada uno de ellos.

¿Cómo impactó trabajar con CAMARENA Color & Motion y Luis Hernández de la Peña en este proyecto?
SS: Luis siempre estuvo en la predisposición de hacer su mejor trabajo, no solo aportando su visión creativa si no también tratando de ajustarse, amoldar e igualar un producto a una línea y estilo que ya estaban establecidos desde el trailer, lo cual lo puede hacer mucho más complejo.
A pesar de que la comunicación fue a distancia, el proceso siempre fue dinámico. Recibimos previsualización por mail y a través de una nube, se marcaban los TC de las correcciones, hacíamos visualizaciones online del material e incluso trabajamos ciertos aspectos creativos en tiempo real.
Finalmente, cuando la pieza tenía el look que buscábamos, procedió a hacer todo el conformado de la misma, sacando una sustanciosa variedad de versiones, en función de si la pieza iba para Cine, Para Online, para Youtube, con o sin subtítulos, con o sin Voice Over, subtítulos en inglés, español.
AG: Luis además de ser un estupendo colorista es una gran persona, lo cual ayuda mucho en este tipo de proyectos donde realmente no hay mucho dinero. Luis fue super paciente en tratar de encontrar la ruta, cabe mencionar que el proyecto le llegó dos años después de que lo habíamos filmado, por lo que ya venía con muchas manos encima y tanto el director como yo ya estábamos bastante saturados por el tortuoso proceso. Luis como mencioné antes, con gran paciencia y dedicación logró llevarnos por el camino que él había visualizado pero también fue super atento a nuestros comentarios, fue un trabajo colaborativo increíble. Mi experiencia con CAMARENA Color & Motion fue genial, sin duda regresaré para futuros trabajos y los recomendaría para cualquier proyecto sin importar la escala.

EL HOMBRE SIN ROSTRO está participando actualmente en el circuito internacional de festivales. Hasta la fecha ha sido ganador de Mejor Cortometraje Live Action Mexicano en KixtaFest y Selección Oficial en los Florence Film Awards y en Blood Bash de MeggaXP.
Sergio Siruela es un director y guionista español con amplia experiencia en ficción televisiva en España y México. Trabaja en diferentes géneros como el drama, la comedia y las historias de aventuras. En 2021, con la serie "Promesas de Campaña", fue nominado a un Premio Emmy Internacional en la categoría de "Mejor Serie de Comedia”.
Alejandro Güemes es un versatil Director de Fotografía mexicano con más de una década de experiencia. Ha colaborado en una amplia gama de proyectos, desde comerciales para marcas de renombre como Google y Coca-Cola hasta documentales y series para plataformas como Amazon Prime y Netflix. Güemes es embajador de RED y Canon, así como fundador de HDLABS y Llamado Rentals.







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